lunes, 25 de abril de 2011

Opinión - Las industrias cinematográfica y del videojuego cada vez más unidas

Imágen de L.A. Noire

“La ciudad había caído en manos de esos seres horribles. Unos seres que tenían el aspecto de pulpo, una mirada aterradora y un porte estrafalario. Esos eran los humilladores de la raza humana. Pensábamos que se trataba de un brote del virus Ébola, pero estábamos equivocados. Esos alienígenas habían traído sus propias esporas que inundaban el ambiente como si una capa de polución poblara el cielo. La población comenzó a enfermar, todo el mundo se refugiaba donde podía, pero la infección se propagó rápidamente, creando el caos más absoluto por todas partes…”

Y así comenzaría el típico análisis de un videojuego actual, casi siempre por el argumento. Es obvio y necesario, dirán unos, es algo que ya no importa, dirán otros. Pero realmente depende del videojuego al que nos estemos enfrentando. Si hablamos de un título de rol o aventura, donde prevalezca un argumento por encima de las encarnizadas luchas, está claro que el desarrollo motivado por una buena historia será más importante.

En los últimos tiempos existe una especial simbiosis entre los aspectos técnicos de la cinematografía y los videojuegos. Tan palpable es esta realidad que ya muchos estudios dedicados al ocio digital contratan a profesionales del Séptimo Arte para redondear sus creaciones. Los códigos de una y otra disciplina están llegando a una verdadera comunión, y esto no está pasando de largo a los ojos de los usuarios. 

El lenguaje del cine y los videojuegos estrechan sus brazos, eso es un hecho tangible, pero ¿realmente hablamos de los mismos registros en uno y otro medio? ¿se puede trasladar una historia puramente cinematográfica a un videojuego? Muchos expertos hablan de que ambos universos no pueden conciliarse, pues el desarrollo de un videojuego es más limitado, la historia tiene un desarrollo más superficial, con menos inclinación hacia los detalles, cosa que en el cine es totalmente diferente.

Los matices que pueden aportarse en un film inclinan la balanza hacia la naturalidad de las interpretaciones de los actores y actrices, los recursos ambientales -siempre por encima de los tecnológicos-, o la verosimilitud de un medio creado explicitamente para contar historias. Todo esto es cierto, aunque, ¿qué hay de cierto en los esfuerzos por acercar esa realidad a un universo digital? Seguramente los desarrolladores tengan las claves para ello. No hay más que observar la excelencia de videojuegos -aún por llegar- como L.A. Noire, con unas rutinas de movimiento totalmente creíbles y cercanas a la realidad. Su tecnología 3D basada en la captación de los músculos faciales mediante un gran número de cámaras es realmente abrumadora. No en vano, hace pocos días saltaba a la palestra que este título se había colado en un festival de cine, precisamente el Tribeca Film Festival de Nueva York, donde competiría con películas reales.  Y es que la tecnología Motion Scan ha motivado la presencia de este videojuego en el festival, una tecnología que permite que actores que han prestado sus interpretaciones, puedan medirse en igualdad de condiciones con las creaciones del celuloide.

Todo esto hace saltar al ocio electrónico a otro nivel, donde la barrera entre realidad y ficción puede ser cada vez más estrecha. Los desarolladores de Rock Star, en este caso, han conseguido equilibrar la balanza y llevar hasta una experiencia digital todo el savoir faire de los grandes filmes del cine negro, con una trama digna de las mejores obras de la industria del cine. Cada gesto, cada movimiento de mejilla o cada guiño interpretado por el reparto de actores de L.A. Noire son un paso más hacia la conquista de los personajes virtuales a la realidad. ¿Podremos en un futuro distinguirlos?

A fin de obtener un producto de calidad y con unas cualidades excepcionales, de nada serviría dotar magnificamente una creación de esta índole con unos valores técnicos increíbles si no se cuidan los entresijos de la trama. En las últimas semanas, Rock Star, ha estado lanzando proposiciones de visionado hacia algunas de las películas más influyentes de la historia del cine negro. Títulos como ‘Al borde del abismo’, ‘Perdición’, ‘El Halcón Maltés’ o ‘El desvío’, han desfilado entre sus preferencias para que fuéramos ambientándonos hacia la parecida atmósfera que los desarrolladores de Rock Star Games están imprimiendo en su próxima obra.

Todo augura a que esta vez si que tendremos una experiencia cinematográfica y totalmente interactiva en nuestros hogares. Los recortes a nivel jugable que implicó el excelente Heavy Rain del equipo de programación Quantic Dream se van a ver sorteados por la nueva creación de los creadores de la saga GTA.

Vídeo del proceso de desarrollo del juego:

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